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Tratamiento

Rinoconjuntivitis alérgica

Como todo proceso alérgico, su manejo abarca distintas estrategias entre las que destacan:

1. Tratamiento etiológico

a) Medidas de control ambiental

Si se consiguen aplicar eficazmente las medidas de control ambiental o desalergenización lo más probable es que, al menos, se consiga detener la progresión de la enfermedad y según los casos, incluso aliviar en gran medida los síntomas sin tener que recurrir a otros tratamientos. Tal es el caso de la rinoconjuntivitis alérgica causada por epitelio de animales.

No obstante, en la mayoría de casos, con estas medidas, sólo se consigue disminuir la intensidad y frecuencia de los síntomas como en el caso de alergia a ácaros u hongos. Por último, en el caso de la alergia a pólenes, dada su difícil evitación, la eficacia de tales medidas es más bien escasa.

Además de los Aeroalergenos, existen una serie de factores irritantes que hacen más vulnerable la conjuntiva a los alergenos o a los virus y que por lo tanto, también deben ser controlados, tales como humo de tabaco, polución, determinados olores, etc.

b) Inmunoterapia (Vacunas)

Su indicación debe plantearse de manera individualizada en caso de no lograr disminuir de manera eficaz los antígenos causales y si el paciente continua presentando síntomas.

Su eficacia y seguridad en el tratamiento de esta entidad está claramente demostrada mediante un gran número de ensayos clínicos controlados, siendo más efectiva en niños. Esta circunstancia, junto con el hecho de conseguir detener la progresión del proceso alérgico hacia el natural desarrollo de asma, así como la aparición de nuevas sensibilizaciones, hace que la Inmunoterapia sea una opción terapéutica que cada vez se tienda a reservar menos y se use antes en el trascurso del proceso alérgico que va desde la rinoconjuntivitis alérgica hasta el asma.

2. Tratamiento sintomático

De forma complementaria al tratamiento etiológico, mientras éste comienza a ejercer efecto, y sobre todo en épocas de elevada carga alergénica (niveles altos de pólenes, Acaros, etc), se deben emplear fármacos que alivien los síntomas a los pacientes entre los que se incluyen:

a) Lavados con lágrimas artificiales:

Son de escasa utilidad pues sólo ejercen un efecto mecánico de lavado de antígenos.

b) Estabilizadores de los mastocitos:

Estos fármacos carecen de efectos secundarios y son eficaces en el tratamiento de la rinoconjuntivitis alérgica. El problema es que su uso debe hacerse de forma frecuente (cada 6-8 horas) lo lleva aparejado una baja tasa de cumplimiento.

c) Antihistamínicos:

Los antihistamínicos, tanto en colirios como en jarabes o pastillas continúan siendo hoy en día la base del tratamiento farmacológico de la rinoconjuntivitis alérgica.

Son especialmente útiles para el alivio del picor y no hay problema en usarlos durante largos periodos de tiempo si fuera necesario.

d) Vasoconstrictores tópicos

Son útiles en la reducción del enrojecimiento ocular, pero a la vez, pueden empeorar la sensación de sequedad y aumentar la tensión del ojo por lo que están reservados para periodos de agudizaciones de la enfermedad y sólo durante un corto periodo de tiempo.

e) Corticoides tópicos

Reducen la infiltración celular y como consecuencia, mejoran el prurito, el edema y el enrojecimiento conjuntival. Producen un gran beneficio pero tienen importantes efectos adversos cuando son usados a largo plazo en el ojo: hipertensión ocular, cataratas, infecciones. Por ello están reservados para periodos de agudizaciones de la enfermedad y sólo durante un corto periodo de tiempo.

f) Antiinflamatorios no esteroideos

Reducen el picor pero son irritantes y producen sensación de quemazón, efecto adverso que se consigue reducir si se administra el preparado frío.

Queratoconjuntivitis vernal

A pesar de ser una enfermedad generalmente de resolución espontánea en unos años, durante su época activa suele producir importantes molestias al paciente que no suelen ceder con la administración de antihistamínicos o estabilizadores de mastocitos por lo que suele requerir frecuentemente tandas cortas de corticoides tópicos y sistémicos. A menudo se complementan con el empleo de vasoconstrictores o compresas frías.

El tratamiento etiológico (desalergenización e Inmunoterapia) puede ser útil en algunos casos pero de forma general, no están indicados para el tratamiento de esta entidad.

Queratoconjuntivitis atópica

Tanto los antihistamínicos como los estabilizadores de mastocitos suelen controlar bastante bien la enfermedad, sin embargo, en ocasiones, se hace necesario el empleo de tandas cortas de corticoides tópicos.

Las lesiones de párpados, por su parte, requieren el mismo tratamiento que cualquier otra zona corporal afecta de dermatitis atópica teniendo en cuenta que en este caso, el uso de corticoides debe reservarse bastante y sólo emplear fármacos de escasa potencia y durante cortos periodos de tiempo pues su absorción aquí es muy elevada.

Conjuntivitis papilar gigante

El tratamiento más efectivo, lógicamente, consiste en dejar de utilizar lentes de contacto. No obstante, para los pacientes que desean continuar usándolas, existen unas lentes de contacto desechables de uso diario que son, normalmente, bien toleradas.